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¿A qué altura puedo subir con mi bebé?
Seguramente muchas embarazadas y padres antes de realizar sus primeras excursiones de montaña habrán buscado información sobre a qué altitud pueden subir.
En general y como en todo, tenemos que aplicar las máximas de la lógica y la naturalidad en la crianza y el cuidado de nuestros hijos. Los absolutos rara vez son buenos y no será lo mismo un bebé que haya nacido en La Paz en Bolivia a unos 3650 mt sobre el nivel del mar que uno que nazca en Barcelona. Siguiendo esta misma lógica para las embarazadas, no es lo mismo una mujer que está acostumbrada a la montaña, a la altitud, que una principiante.
Como cifras orientativas, los 2500 mt sobre el nivel del mar está considerada la altura a partir de la cual se pueden desarrollar síntomas de mal de altura derivados de la Hipoxia (estado en el cual el cuerpo se ve privado del suministro adecuado de oxígeno). Esto depende no solo de la altitud sino también de otros factores como la velocidad de ascenso, el periodo de exposición o la propia genética del individuo.
Existen recomendaciones de no superar los 1500 mt con menores de un año, relacionando esto último con el aumento de las probabilidades de muerte súbita, aunque este tema es ya de por sí bastante controvertido y complejo ya que ni los mismísimos especialistas saben la causa de las muertes súbitas en bebés.
La planificación de las excursiones con bebés son la clave del éxito
Como digo, siempre el sentido común es nuestro mejor aliado, entonces lo mejor es ir planificando nuestras actividades de manera progresiva y debemos observar a nuestros bebés para detectar cualquier incidencia. Los cambios bruscos como los realizados por determinados telecabinas e incluso telesillas situados a altitudes significativas no son buenos para nadie, con razón de más para nuestros peques, ya que tanto la regulación térmica como la capacidad para adaptarse a la hipoxia están aún poco desarrolladas.
Ya hemos hablado en otras entradas de la práctica del montañismo con bebés pero creo que es interesante recordar algo referente a la protección frente al frío y el sol ya que son dos factores que conviven y afectan directamente a la relación que tenemos frente a la altitud en montaña.
A tener en cuenta al subir altura con bebés y embarazadas
De excursión a la montaña con mi bebé
El mal de altura en bebés y niños
- Dolor de cabeza
- Mareos
- Fatiga y debilidad general
- Agitación
- Dificultad para dormir
Se pueden confundir en apariencia con síntomas de cansancio general asociado a este tipo de actividades, pero ese sexto sentido que tenemos nos indica cuando es algo más. En los bebé recordar que cualquier exceso que detectemos de llorar o dormir mucho o poco pueden ser igualmente señales de mal de altura.
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