Bebés y niños que juegan y aprenden en la naturaleza
La otra mañana coincidí con un amigo naturalista, padre de un niño de la edad de mi hija, cuatro años, y después de ponernos al día, hablamos sobre la relación de nuestros hijos con la naturaleza.
Los dos estábamos de acuerdo en ver una evolución en ellos, y así como hace apenas un año su curiosidad natural les hacía mirar, oler, tocar y hasta chupar todo, en estos últimos meses ya hacían una distinción negativa de los «bichos», y con los compañeros de clase pisaban hormigueros e insectos afirmando que son malos.
A veces ha ocurrido algún percance alguna picadura, pero en la mayoría de los casos es una actitud de imitación.

Enseñar a los bebés y niños a respetar y cuidar su entorno
Yo pertenezco a la generación «Rodriguez de la Fuente» y como tal mi relación infantil con toda clase de fauna fue muy especial. Los valores esenciales de respeto y cuidado por todo aquello que nos rodea ha sido algo que se ha ido fraguando toda mi vida, y que ahora como padre trato de transmitir.
Apagar una luz y abrir la ventana para que salga una polilla, o recoger un gusano en un papel para sacarlo de casa y dejarlo en la hierba son actitudes que los peques imitan encantados mientras aprovechamos para aprender algo de cada una de las especies.
Jugando a ir de excursión. Senderismo con bebés y niños.
Cada excursión o paseo que realizamos con mi hija es una oportunidad que siempre surge para conocer y descubrir juntos a todas esas plantas y bichos que nos rodean.
En los «cuentos de cabeza» como ella llama a todos los cuentos que no leemos sino que yo invento cuando vamos a dormir, intento que los protagonistas sean algunos de esos «bichitos» que hemos conocido. El cangrejo hermitaño, el caracol dormilón, la polilla cantante, o las hormigas futbolistas son solo algunos de nuestros protagonistas en los cuentos más exitosos.
Tener un hijo siempre supone una oportunidad para mejorar como ya os contamos en la Crianza natural y con sentido común y ha supuesto cuestionarse algunas decisiones.

Hemos trabajado juntos nuestra relación con la naturaleza adaptando y creando nuevas costumbres familiares Hábitos ecológicos con bebés y niños.
La infancia y la naturaleza. Excursiones y curiosidad.

Tanto mi amigo como yo observamos como igual que otras actitudes nuestros hijos imitan nuestro respeto por la naturaleza y como al salir del colegio mientras juegan regañaban a alguno de sus amigos por pisotear a las hormigas mientras le explicaba que gracias a las hormigas vivían muchas plantas, y que había muchos pájaros que se alimentaban de ellas.
Picaduras de insectos. Bebés y niños.
La curiosidad por la naturaleza es innata en todos los niños, y si no los asustamos con falsos miedos, ellos aprenderán a respetarla y cuidarla con toda naturalidad. Lo mejor es que a nuestros hijos los imitarán los suyos y sus amigos, continuando una red que garantiza un futuro.
Si salimos siempre que tengamos oportunidad a un parque de la ciudad o aun mejor a un bosque natural, enseguida notaremos los beneficios.
Tener un niño cerca es una oportunidad para cuestionarnos nuestros prejuicios y aprender de ellos.
Si esta entrada te ha parecido interesante compártela por favor en tus redes sociales y suscríbete para no perder las noticias y artículos sobre viajar y salir a la naturaleza con bebés.
DESCARGA GRATIS la MiniGuía de Viajar con bebés